domingo, 22 de abril de 2007

Descansar quiero

Hace dos meses estando en Siem Reap, agarramos una revista que estaba en el hostal. Era sobre Tailandia. El articulo que leimos comenzaba diciendo algo como: "Un periodista del turismo suele encontrarse con la disyuntiva si revelar o no un lugar que le ha parecido paradisiaco y desconocido, sin mucha gente, sin mucho ruido". Se referia a Ko Lanta, una isla ubicada al sur de Tai, en el mar de Andaman. Ya ese dia decidimos que ahi pasariamos nuestros ultimos dias en Asia.



Desde Chiang Mai volamos a Krabi para luego subirnos a una minivan que nos llevaria al destino final, tras cruzar dos canales en ferry. Inevitablemente durante la ruta el tsunami se hace presente. No solo por nuestros recuerdos de la chilena fallecida, sino porque cada tanto hay un letrero que advierte sobre zona de riesgo y evacuacion: "Ante cualquier terremoto, suba a la cima de un cerro".


En fin, llegamos a nuestro paraiso. Un bungalow de estilo tailandes con vista al mar, a la frondosa vegetacion, desde nuestro balcon con hamaca. Todo perfecto para el descanso. Excepto por la fauna del lugar. Si es que ya habiamos conocido unos cuantos especimenes durante el viaje, aqui todos eran mas grandes y mas ruidosos. Con mas cola, alas, colores, pero odiosos todos. Termine durmiendo con tapones en los oidos. Cada vez que entraba al bagno, tocaba la puerta. Pero no porque estuviera ocupado por el Negro, si no para pedirle a los animalejos que se fueran por un rato.




La piscina se encontraba a pasos del mar. Era casi su continuacion. Echados en una reposera, con nuestro libro en mano el Negro me dice: "En este momento mi unica preocupacion es que si me caera un coco en la cabeza". Las horas de meditacion y relajo tuvieron su efecto en mi marido. Tanto asi que su frase pal bronce fue: "He aprendido varias cosas importantes en este viaje". Como cuales?, pregunte interesada. "Por ejemplo, ya no me enojare en la casa si es que se acaba la leche". PLOP. Venir a Asia para conseguir eso, no esta mal, o si?





Nada


Y que van a hacer hoy?, nos suelen preguntar a diario. Nada. Ahh, que bien. Ya limpiamos a Buda. Ahora queremos sellarnos. El mar, que inmenso. Es el Oceano Indico. Dicen que justo al frente de la piscina donde nos banamos todos los dias habita el tiburon ballena, el especimen mas grande que existe en la tierra. Frente a nosotros hay rocas. Y mucho mas alla la India y Sri Lanka. Esta bien. No se por que, pero he pensado buena parte del tiempo en Las Cruces. Tener tiempo para ir a recoger conchas, jugar cartas, mirar peliculas, leer libros y tomar cerveza. Que mas se puede pedir? Aca nos encontramos a una familia suiza que decidio venirse a pasar unos dias en Tailandia mientras trasladan sus muebles desde los Emiratos Arabes -donde han vivido en los ultimos nueve anos- a Europa. Gente de la onda. Para romper la monotonia fuimos por el dia a Ko Phi Phi, la joyita de la zona, famosa porque Di Caprio filmo La Playa. El lugar esta rodeado de picos frondosos de piedra caliza y agua esmeralda. Es realmente impresionante. Son dos islas. Sola una de ellas esta deshabitada. Viendo este lugar nos resulta dificil imaginarnos el tsunami. Phi Phi es un lugar sognado, pero como dice la Lonely Planet, todo el mundo la convirtio en su paraiso. Hay mucha gente, mucho ruido y muchas lanchas en la playa, ademas esta completamente copada de sillas de descanso sin dejar espacio para recostarse en la arena blanca. Mucho japo. Jejeje. La Vero hace snorkel. Pero donde vimos mas peces fue en Ko Rok, un pequeno islote aun mas al sur que Ko Lanta. Me conto que vio todos los personajes de la pelicula Buscando a Nemo e incluso un pez espada pequegno. Yo la miraba desde el bote. Soy cobarde. No me gusta pensar en la idea de que en cualquier momento puede aparecer un escualo o un tiburon-ballena. Queda poco. Ahora si que si. Pero tenemos motivos para regresar. No nos arrepentimos de nada. Y damos gracias. Say no more. La vanguardia es asi(a).


viernes, 13 de abril de 2007

Chiang Mai, te limpia y te sella

En Chiang Mai, al norte de Tailandia, hay que salir a la calle con pistola o metralleta. Incluso los tailandeses llevan sus municiones arriba de sus camionetas y en contenedores especiales adosados a sus espaldas. Pero lo que mas les hace gracia es disparar sus armas desde las motos o los rapidos tuk tuk. La guerra de agua tiene su explicacion: el a ño nuevo budista. Durante cuatro dias, aca la gente se tira agua y nadie alega. Los jovenes se paran en las esquinas con baldes. Otros ocupan mangueras. Todos participan. Ayer vi a un anciano con una pistola de agua fosforecente escondido detras de un poste. Nadie se salva. Los que estamos de paso por aca no nos queda otra que mojarnos. Por suerte hace calor. Algunas calles estan convertidas en paseos peatonales y en varias hay tarimas donde las tailandesas se mueven al ritmo del punchi punchi. Tienen sus poleras mojadas. Jejeje. Happy new year and good luck, se repite en cada cuadra. Algunos dicen que es una bendicion. Pero otros lanzan agua sin piedad. Se divierten. Ni los policias se salvan. El agua te limpia y te sella.

Mujeres jirafa

Despues de Luang Prabang es dificil aclimatarse a una ciudad grande como Chiang Mai. Decidimos dar un paseo por las afueras para echar un vistazo. Una vuelta en elefante sirve para no pensar mucho. Estamos cansados. A veces pensamos en Las Achiras. Una visita a una aldea en donde las mujeres ocupan collares para alargar sus cuellos tambien nos interesa. No se los sacan ni para dormir. Les dicen mujeres jirafa. Esta costumbre es una vieja tradicion y es sinonimo de belleza. Un dia despues subimos un cerro para ver el templo Doi Suthep. Como es festivo los tailandeses acuden en masa a estos lugares para rezarle a Buda. Cuelgan billetes con deseos y agradecimientos. Tocan las campanas. Prenden inciensos y ofrecen flores. Los templos cobran vida. Envidiable. A veces me gustaria creer en algo asi. Khamlar, el monje de Luang Prabang, nos manda un correo electronico y nos dice que espera que lo visitemos pronto. Esta aprendiendo español. Nosotros tambien intentamos aprender otras cosas.
Lavar a Buda
La guerra de agua tiene su logica. Es para lavar a Buda. Es decir, la purificacion. Una nueva etapa. Un nuevo año. Tantas cosas. Estabamos almorzando en un restaurante cualquiera, frente a un templo cualquiera, recibiendo agua de cualquier parte, cuando escuchamos tambores y gritos. Nos levantamos de la mesa y contemplamos un largo desfile. Una procesion. Un carnaval. Las imagenes de Buda fuera de los templos. Uno por cada templo. Y todos tirandoles agua y flores a los Buda. En vasos y recipientes especiales. Algunos tallados. Hermoso. Hay musica. Nos emocionamos. Un poco. Estamos empapados.


lunes, 9 de abril de 2007

De vuelta en Laos

Regresamos a Laos. A la Republica Democratica Popular de Laos. Luang Prabang. En el norte. Esta edicion es especial: los monjes budistas. Dicen que este lugar es el paraiso de los ultimos sonadores. Quien sabe.

Llegar a Luang Prabang fue un regalo. Es una ciudad pequegna, con aires de pueblo al norte de Laos. Recorrible caminando, o mejor aun, en bicicleta. Algo nos dijo que dejaramos de lado la Lonely Planet y caminaramos sin rumbo, sin mapa. Todos los dias una sorpresa nueva. Resulta normal toparse con un templo cada ciertas cuadras, como normal tambien entrar y conversar con los monjes o novicios. Una sola calle atestada de restaurantes y tiendecillas (que se agradece). El resto muy tranquilo. Callejones de ladrillo, casitas con balcones de madera, mucha vegetacion, con palmeras como principal especie. La temperatura ha sido la adecuada. Nos ha tocado una refrescante lluvia que pasamos con el exquisito cafe laosiano y los pasteles de la influencia francesa.

Pensamos en estar dos o tres dias y nos quedamos una semana. A veces hay lugares en que uno se siente comodo, sin saber por que. Luang Prabang ha sido uno de ellos. A ratos el viaje se vuelve cansador y extragnamos a los amigos y a la familia. En esos momentos el Negro me dice "cierra los ojos e imagina que estas en el caos de Santiago, deseando salir de ahi en busca de un lugar apacible. Ahora abre los ojos y disfruta el paraiso en el que estamos". Maravilloso.


Un dia normal por aqui comienza con el sonido de los tambores que anuncian la salida de los monjes a las 6 de la magnana. Abandonan su respectivo templo para salir a las calles a buscar su comida. Cada uno, vestido con su tradicional traje naranjo, porta una especie de olla colgante, la cual destapan para recibir las donaciones de los pobladores, quienes sagradamente se apostan en las veredas para entregarles pugnados de arroz cocido, rollitos de verduras, dulces, entre otras cosas. Las mujeres se instalan arrodilladas en alfombras de paja y los hombres esperan de pie. Los monjes caminan en fila, silenciosos, sin mirar ni agradecer lo que reciben. Es una especie de ceremonia que alimenta a ambos, pobladores y religiosos.

Luego se retiran a sus templos, mientras uno elige donde desayunar antes de perderse en cualquier calle. Desde el hostal donde nos quedamos... una cuadra hacia el norte el rio Mekong, una cuadra hacia el sur un mercado de artesania y al frente un templo. Paseitos en bote, cuevas con estatuillas de buda, elefantes y aldeas... pero no lo hicimos todo. Esta vez no. Decidimos tomarnos vacaciones. Jajaja!!! Bien nos viene un campeonato mundial de dudo. Tengo un monstruo...
Por la tarde, tras la siesta merecida, salimos en bici y nos detuvimos en un templo. Hello, how are you? Nos dice un novicio. Conversamos un rato, lo clasico, de donde somos, cuantos dias por aqui. Los primeros dialogos en ingles que aprenden y ensayan con los turistas. A las 17.30 nos invita a rezar con ellos. Lo acompagamos junto a sus pares. Entramos descalzos y nos arrodillamos. Comienzan sus cantos y reverencias. Buda nos mira desde el altar.

Quiero convertirme en monje

Los monjes y novicios se levantan a las cuatro de la manana. Antes del amanecer mediatan un rato y a la seis, tras el sonido de los tambores, salen a la calle. A las siete regresan a sus respectivos templos para comer. Despues del mediodia no pueden ingerir mas alimentos. Por la manana los novicios van a las escuelas budistas y los monjes meditan y rezan. Las tardes, en general, las tienen libres. Todos esto me lo cuenta Khamlar, un monje de 22 anos, que vive justo al frente de la hostal donde nos hospedamos. A Khamlar lo conocimos un dia mientras caminabamos sin rumbo por el lugar. Ese dia, el joven monje estaba leyendo un manual para aprender ingles. Lleva siete anos en el pueblo y espera pasar otros tres en el mismo lugar. Se rie y de vez en cuando se queda en silencio antes de responder mis preguntas. Tengo demasiadas inquietudes.


Pero Khamlar tambien tiene tiempo. Khamlar dice que esta intentando aprender ingles. No es facil. Le digo que otro dia le puedo ensenar algunas palabras en espanol. Khamlar me confiesa que quizas en el futuro deje de ser monje. Al parecer quiere irse a vivir a Chiang Mai, al norte de Tailandia, para trabajar en cualquier cosa. Despues de un rato me dice que su padre tambien fue monje y que despues de varios anos lo dejo todo para formar una familia e irse al campo. Khamlar tiene seis hermanos. Uno de ellos trabaja en un restaurante en Luang Prabang. A veces se ven. Quizas sigas el camino de tu padre, le digo. Quizas, responde. Khamlar se corta el pelo y las cejas al rape una vez al mes para que las mujeres nos se fijen en el. Esa es la verdad, me dice. Entiendo. Yo tambien me rape, le digo. Ya. Hablemos manana. Gracias por tu tiempo. Que tengas un buen dia, responde.

Dos dias despues regreso al templo. Hay tres monjes sentados en una mesa pequena. Pregunto por Khamlar. Un novicio me dice que espere. Lo va a ir a buscar. Khamlar esta dandose un bano. Al rato aparece y me dice que lo espere. Lo espero. Diez minutos mas tarde aparece de nuevo. Hola. Hola. Como has estado. Bien y tu? Bien. Entonces intentemos con el espanol, le digo. Ya. Muchas gracias. Partimos por lo mas simple. Hola. Chao. Como estas. Cuanto tiempo llevas en Luang Prabang. Gracias. Los numeros. Buena suerte. Muchas gracias. Ayer, hoy, manana. Los dias de la semana. La luna. El sol. De donde eres. De Chile, pero no se a donde voy. Ja! Las horas pasan a mil por hora. Lo siento, pero debo ir a rezar al templo. No te preocupes Khamlar. Pero nos vemos otro dia.
Al dia siguiente Khamlar no aparece por ningun lado. El ultimo dia lo pillo almorzando. Bueno, hasta la proxima. Le dejamos nuestro diccionario ingles-espanol. Nos escribiremos. Una postal. Una carta. Suerte!