miércoles, 4 de abril de 2007

Mercados, tribus y reyes

Seguimos. Aun queda. No queremos que esto se termine nunca, pero a veces pensamos en el Mapocho. Somos mapochinos. Y eso bien lo sabe Hao y Doung. Vuelvan algun dia, nos dicen nuestros motoristas. Quien sabe. Si, algun dia, para ver los cambios. Chao. Suerte. Gracias. Aplausos. Proxima escala: Hoi An, una ciudad de 75 mil habiantantes conocida por sus miles de tiendas de ropa y disenos a medida. Es el paraiso para las mujeres. No se que hago aca. Jejejeje. Me dedico a dar vueltas por una especie de malecon por el rio Thu Bon. La parte antigua del lugar merece un recorrido, pero estoy algo cansado. Me siento. Miro el rio. Las construcciones son amarillas y de solo dos plantas. Hay muchos restaurantes y bares. Es bonito. Pero demasiado turistico. Nos perdemos por un par de horas. Al rato estoy chateando con la Vero a menos de cinco cuadras de distancia. Absurdo. Mas tarde, con Johnny y Gabriela, pedimos cervezas y arrollados de primavera. No logro comprenetarme con la ciudad. Pronto la dejamos atras. Nos despedimos tambien de nuestros amigos australianos. Ellos tambien tienen un blog de viaje.



En Saigon nos compramos unos boletos de buses que se llaman Open Tour. La "gracia" de esto es que por una suma razonable de dinero (22 dolares) te puedes subir y bajar de los buses entre Ho Chi Minh City y Hanoi las veces que quieras. La trampa es que los autobuses salen una vez al dia (bien temprano por la ma;ana) y se detienen incontables veces a lo largo del camino. Es dificil viajar de manera independiente en Vietnam (pero se puede y lo hemos comprobado). Si uno compra los boletos por cuenta propia, te suben al mismo bus del Open Tour. Los mismos horarios. Los mismos recorridos. La misma gente a lo largo del camino. Ya. Ahora estamos en Hue, la ciudad de los intelectuales vietnamitas y centro de intrigas politicas. Llegamos a la hora de almuerzo y nos echamos a dormir buena parte de la tarde. Necesitamos no hacer nada. No pensar mucho. Bien nos vienen un par de horas de messenger. La familia. Los amigos.

La Vero insiste en que salgamos a recorrer el lugar. La ciudadela y las afueras. Nos llevamos una gran sorpresa. Hue fue el centro de la antigua monarquia de Vietnam. Si, en Vietnam hubo una dinastia desde 1800 hasta 1945, periodo que coincide con la colonizacion francesa, cuando las cosas comenzaron a empeorar. Despues de mil a;os de dominacion china. Las tumbas de los reyes estan rodeadas de lagos y bosques. La arquitectura es de influencia china. Este rey, nos explica Do -un joven vietnamita- tenia 104 esposas y una suma considerable de concubinas. Tuvo mas de 100 hijos. Dicen. Tomaba un licor local, continua Do. Nosotros no necesitamos ese licor, porque la politica del gobierno es solo dos hijos por pareja, se rie Do. Y este otro rey no tenia damas de compania y dicen que el hijo que tuvo no era de el, afirma Do. Estos emperadores creian en cinco virtudes, representadas en los cinco dedos del Dragon: felicidad, salud, amor, dinero y poder. Los vietnamitas creemos solo en cuatro, dice Do. En todas menos el poder. Porque con dinero tienes poder, sostiene Do. Hace cinco anos en Hue solo se veian bicicletas y ahora solo se observan motos. Son chinas, dice Do, jajaja, no, broma, son japonesas, continua. Ahora los ricos se estan haciendo mas ricos y los pobres mas pobres, cuenta Do. Pero la mayoria vive en comunidad. No hay alambres de pua.

Mi pecado capital

Vietnam tiene cincuenta y cuatro etnias diferentes. Aunque ya habiamos visitado varias con los Easy Riders en el viaje por el centro, habiamos leido que las del norte eran muy diferentes, por lo que a pesar de las advertencias de exceso de turistas en el sector, tomamos el tren nocturno desde Hanoi a Lao Cai. Desde esa ciudad, una minivan nos llevo a Sapa, pueblo que recibe a los cientos de extranjeros interesados en conocer las tribus de la montanga. Pese a que ofrecian varios tours distintos, esta vez quisimos andar a nuestro ritmo. Luego de una hora de curvas y una compagnera de viaje que no paraba de vomitar, llegamos a la plaza de Sapa. Apenas nos bajamos se nos acerco un grupo de mujeres nativas ofreciendonos sus artesanias. Tras de diez minutos de resistencia, nos lograron vender unos aros. Me picaban las manos por comprarme un maravilloso cubrecama, pero sabia que debia esperar llegar al mercado.
Nos habian dicho que el mercado se repletaba el sabado, pero no fue tan asi. Seguramente los turistas andaban en los trekking por las aldeas minoritarias, por lo que pude pasearme tranquila y comprar algunas pequegnas cosillas. Pero no todo podia ser compra, asi es que buscamos la forma de ir a conocer a las minorias del sector. Fue asi como nuevamente nos subimos a unas motos, pero esta vez solo anduvimos 10 kilometros al norte, casi tocando la frontera china, para llegar a Ta Phin, villa que alberga a los Dzao y a los Black H'Mong. Luego de pagar una entrada, lo que ya es de dudosa reputacion, los motoristas nos dejaron en un restaurant donde rapidamente se nos acercaron tres muchachas de la comunidad Black H'Mong. Hablaban ingles mejor que todos los guias que nos habian tocado en Vietnam... las secuelas del turismo. Les preguntamos si es que les ensegnaban ingles en la escuela, pero nos dijeron que no, que habian aprendido con el contacto con los turistas. Y en que meses vienen los foraneos?, le pregunte ingenuamente. Todos los dias. Todos los dias del agno!!! Impresionante. Estan perdidas en la montagna, hablan una lengua propia, tienen costumbres locales, pero sin embargo viven para los turistas, para ser fotografiadas, mostrar sus casas y vender sus ropas tipicas. Nuevamente uno se cuestiona el haberlas visitado, pues contribuye a la desaparacion de sus raices, pero bueno, al menos las vimos felices de caminar con nosotros y conversar un ratito.
Y como los mercados son mi pecado capital, hice lo posible por llegar al de Bac Ha, el famoso mercado del domingo en dicha localidad. Era sabado por la tarde y no habia transporte publico desde Lao Cai. Nos dijeron que debiamos esperar hasta el domingo a las 6 am. Pero no, yo queria ser la primera en llegar, antes que todos los tours lo hicieran. Asi es que... moto o tra vez. Setenta kilomtros. Dos horas. Llegamos a un pueblo sin luz, la darian a las 7, luego a las 8... Nada que hacer. Solo dormir y esperar el alba.
Como a las cinco de la magnana ya sonaban las motos y una radio local se oia por los parlantes. Nos asomamos por el balcon y vemos a los pobladores de Flower H'Mong llegando en moto o a pie, con sus impresionantes, maravillosos y coloridos vestuarios, acompagnadas de sus animales de carga y canastos con mercaderia. Fruta, verdura, carne, ollas, camisas, textiles, gallinas, cerdos... una amplia gama de productos repletaban varias calles de Bac Ha. Nosotros bajamos a las 6.45 para sacar fotos tranquilamente. De conversar, nada, sus unicas palabras: hello, buy to me, how much you pay?
Ya a las 9.00 estaba atestado de gente. Luego de unos regateos y de la compra de un cubrecama que apenas me cabe en la mochila, nos retiramos a descansar, confiados que como a las 13.00 llegaria el bus local para devolvernos a Lao Cai (estacion de trenes). 13.15... 13.30... 14.00... todos las minivan de los tour se iban y nosotros seguiamos ahi, sin transporte. Sabiamos que los pasajes del tren eran para las 20.20, por lo que algo de tiempo teniamos, pero no queriamos mas motos. A las 14.30 vemos que se acerca una minivan ya repleta de gente local que habia venido al mercado. Todos los asientos ocupados, el pasillo lleno de sacos con semillas, sobre los cuales habian mas personas instaladas. Habia que sentarse donde fuese. Pero como si fueramos dioses, dos mujeres nos ceden sus asientos. Fue incomodo aceptar, aunque peor hubiese sido rechazarlos. Menos mal los equipajes y los animales iban en el techo. En realidad no nos enteramos que habian animales hasta que de repente se cayo el chancho en la mitad del camino y tuvieron que parar para recogerlo. Pobre puerco, salvo su vida para luego llegar al mismo destino. Tras el subir y bajar de pasajeros arribamos nuevamente a Lao Cai. Mientras hacemos hora para tomar el tren, conversamos con dos espagnolas. Lo peor que hemos conocido hasta el momento. Frases bonce como: "vaya que sucia la gente de las aldeas, menos mal que sus trajes tenian flores de colores para arreglar un poco sus caras". Cuanto me hubiese gustado decirles que no hablo espagnol.


3 comentarios:

chilesiguesocialista dijo...

Qué maravilloso baño de cultura oriental. Cada día más lindo viaje. Un abrazo a la distancia.

errecé

Anónimo dijo...

Chicos ¿qué vamos a hacer cuando vuelvan si esto está demasiado entretenido? Ustedes han sido los mejores promotores de viajes al oriente pero al estilo mochilero, urgando por los rincones y compentrándose de la gente y sus costumbres. Los felicito, he gozado cada artículo.

José Vives dijo...

Que buen lugar....
SAPAAAAAAAAAAAAAAAA



Eso

JMV